Este espacio es una recolección de lecturas. No tiene perspectiva de crítica sino es un pasatiempo personal.































16 de diciembre de 2010

Cioran siempre me tienta

“La tentación de existir” en Cioran es irresistible. Me tienta, me intimida, me acoge, me hostiga. Tiene tantos calificativos. Confronta al hombre consigo mismo. Es un libro para oler. Está quedito en mi mesa de noche, aunque me dice de caminos donde dejamos de ser y uno entiende, de inmediato.

Su apatía por los sabios es casi demoniaca. Tiene histeria contra el tiempo, eso que llamamos por delante como futuro o por debajo del pasado. Me gusta su renunciación a las teorías. Convoca el día presente como la profundidad. Me da una cachetada cuando dice: “Cualquiera puede salvarse por medio del sueño, cualquiera tiene genio mientras duerme: no hay diferencia entre los sueños de un carnicero y un poeta.” Así es.

Se muestra indiferente ante el derrotismo que buscamos, lo buscamos “en hermoso”. No tarda en delatar la insinceridad humana, como si estuviéramos obligados a la falsedad, a la apariencia. Y me desajusto cuando replantea esa costumbre de creer que no creemos lo que creemos y cuando NO creemos, no se cree que no creemos. Tiene esos juegos de ironías pero con vitalidad. Es un libro de relectura, de consulta. Y no es que define verdades, no, sino que nos enseña a pensar en movimiento, en constante modificación de nuestras pensamientos, sin adicción a creer que lo sabemos todo. Es un despojo exquisito de nuestras ideas.

Algunos lo encuentran excesivo, melodramático. Es un libro para gusto personal, un autor de interés personal. El mismo se ríe de su contradicción. Caemos constantemente en ella. Es como decía Flaubert: Soy un místico y no creo en nada.

Así nadamos muchas veces entre el dogma y la aporía. “Estamos tan dispuestos a saltar hacia Dios por rabia como seguros de no vegetar en Él”.

En su capítulo EL ESTILO COMO AVENTURA y MÁS ALLA DE LA NOVELA procede a relatar un abusivo banquete sobre la expresión artística. Efectos verbales que cuestionan a los que escriben, a los que decimos que nos gusta escribir. Un autor que puede provocarle náusea o confort, uno decide. Una tentación en la que vale caer.

 

tentacion de existir

13 de noviembre de 2010

Cuando el cine dijo: Germaine Dulac

 

Como piensa una mujer haciendo cine, fue ella. Protagonista de la primera generación realmente afanosa de cineastas franceses, aquellos primeros, que como grupo, escribieron ensayos proclamándolo como un arte tan similar a la poesía, la música y la pintura.

Entre muchas, su obra maestra fue  “La souriante Madame Beudet” (1923), en donde el personaje psicológico es una mujer que logra esquivar su realidad de su importuno matrimonio. Algo inusual para la época.

Su brillantez fue la siempre búsqueda, insaciable en la experimentación pero intencional. Ha logrado lo que pocos contemporáneos le dejan al cine, dejar a un lado la meta del éxito de taquilla, por la sobriedad del juego, de la técnica combinada con la profundidad y lo sensorial.

De ella se dice que analizó las críticas y evoluciones más acertadas del séptimo arte:

“Primero fue un medio fotográfico de reproducir el movimiento mecánico de la vida; después, la agrupación de fotografías animadas alrededor de una acción compuesta y ficticia, abandonando el ángulo vital para enfocar únicamente el ángulo literario; acto seguido, se pasó de la narración puramente arbitraria y novelesca a la anécdota envuelta en formas realistas, y a los sentimientos llevados a proporciones estrictamente verdaderas y humanas; inmediatamente se presenció la lógica de un hecho, la exactitud de un cuadro, la naturalidad de una actitud, constituyendo la armazón de la nueva técnica cinematográfica; más tarde, se pensó en fotografiar lo inexpresivo, lo invisible, lo imponderable y, por encima de los hechos, se dibujó una línea armoniosa de sentimientos para dominar gentes y cosas: de ahí, lógicamente, advino la película sicológica, con la descripción de las impresiones interiores múltiples y contrarias en el transcurso de la acción misma, ya que los hechos pasaban a ser la consecuencia de un estado moral”. (J. del R.)

Luego, trató de objetivar el cine con la idea de hacerlo –puro-, libre de toda influencia pero sin duda, fue perdiendo terreno conforme evolucionó el color, el sonido y otros recursos.

Ella fue una pionera activa en el desarrollo de los cine clubes a lo largo de Francia. Para la historia, Dulac es difícil de categorizar porque incursionó y con gran éxito en el realismo psicológico, el simbolismo casi surrealista, las secciones por episodios y documentales continuos.

Mujer visionaria, cineasta y crítica digna de recordar!

12 de agosto de 2010

Yasunari Kawabata, escritor oriental

La casa de la bella

 

Hace algunos años leí LA CASA DE LAS BELLAS DURMIENTES, una de las últimas novelas del escritor Yasunari y  fue un cúmulo de provocaciones intrínsecas. Retomé de nuevo su lectura porque en este momento de mi vida -un poco más lejos de mi apego a ciertas ideas tradicionales- la obra cobra su altitud y me llena de irreverencias esotéricas.

Es un viaje hacia lo oculto del ser y estalla en el texto con una audacia impresionante. Para lo que gustan de temas donde se cuestiona la conducta humana y ese espanto carnal que tienen muchos por la muerte.

El libro desata erotismos incontrolables y todo se debe, a un viejo llamado Eguchi que es seducido a buscar mujeres jóvenes y doncellas dormidas a las que simplemente solo observa y paga solo para dormir a sus lados, sin casi, ningún contacto físico. Sin duda, es un elemento de referencia a la lascivia masculina que hace temblar los dominios de la cultura oriental.

Un novela con casi 40 años de vida que debe releerse porque plantea otra forma de hacer narrativa y va más allá que solo enquistarse en elementos históricos o sociales donde la obra se estruja de recetas narrativas o listas de información, sin contenidos novedosos que nos bofeteen y nos hagan cuestionar. Además, es un libro que dio los precedentes para esas futuras narraciones donde se siguen describiendo las más extrañas conductas y adhesiones que tiene el ser humano.

 

Nobel

 

Cuando obtuvo el Nobel de literatura en Zusshi, en 1968.

Más información de su obra y vida.

2 de junio de 2010

Gonzalo Rojas, poeta chileno

rojas gonzalo

Nací tierra, comí tierra, pensé tierra, escribí tierra y más tierra, hice hijos de tierra, me acostaré asimismo tierra, y eso será muy pronto. De repente, mismísimo este libro es pura tierra.

De Poesía esencial

Así es la tierra poética de Gonzalo Rojas, un terreno salpicado de metáforas y sombras, de palabras que se entrelazan y desunen... una poesía fragmentaria que provoca nuevos estallidos de realidad.

Leerlo me ha resultado siempre un arrastre sonoro y místico; un eje motivador en mis preferencias por los autores de trascendencia erótica y existencial.  Profesa un ritmo interno donde unido a su voz, convierte sus poemas  en ondas llenísimas de vibraciones alternas, a veces, hasta asfixiantes.

Para ello, basta oírle en sus poemas Asma de amor y en Fornicio.

Un dato de su irreverencia, se demuestra cuando Gonzalo Rojas fue fundador del grupo «Mandrágora» y renuncia al mismo, cuando éste se apegó al surrealismo francés.  Es un poeta que saltó hacia la libertad métrica y siempre trata de evolucionar.

Actualmente,  promueve la cultura y la formación literaria con su Fundación Gonzalo Rojas en Chile.

Algunos de sus POEMAS:

 

El Alumbrado

Prácticamente todo está hecho de especulaciones
y eyaculaciones, la libertad,
esa rosa que arde ahí, la
misma Nada en sus pétalos,
la memoria de quién, el libro del aire
de los cielos, esta música
oída antes, el esperma de David
que engendró al otro, y ese otro
al otro como en el jazz, diamantino
el clarinete del fulgor largo, nueve
el número de nacer, más allá de los meses
lo imposible y faraónico, y el otro
al otro
lo
aullante del círculo

 

 

Contra la muerte

 

Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,
a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír
a diestra y siniestra con tal de prosperar en mi negocio.
No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad
en mitad de la calle y hacia todos los vientos:
la verdad de estar vivo, únicamente vivo,
con los pies en la tierra y el esqueleto libre en este mundo.
¿Qué sacamos con eso de saltar hasta el sol con nuestras máquinas
a la velocidad del pensamiento, demonios: qué sacamos
con volar más allá del infinito
si seguimos muriendo sin esperanza alguna de vivir
fuera del tiempo oscuro?
Dios no me sirve. Nadie me sirve para nada.
Pero respiro, y como, y hasta duermo
pensando que me faltan unos diez o veinte años para irme
de bruces, como todos, a dormir en dos metros de cemento allá abajo.
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser,
pero no puedo ver cajones y cajones
pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto
llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver
todavía caliente la sangre en los cajones.
Toco esta rosa, beso sus pétalos, adoro
la vida, no me canso de amar a las mujeres: me alimento
de abrir el mundo en ellas. Pero todo es inútil,
porque yo mismo soy una cabeza inútil
lista para cortar, pero no entender qué es eso
de esperar otro mundo de este mundo.
Me hablan del Dios o me hablan de la Historia. Me río
de ir a buscar tan lejos la explicación del hambre
que me devora, el hambre de vivir como el sol
en la gracia del aire, eternamente.

 

La palabra placer

 

La palabra placer, cómo corría larga y libre por tu cuerpo
la palabra placer
cayendo del destello de tu nuca, fluyendo
blanquísima por lo vertiginoso oloroso de
tu espalda hasta lo nupcial de unas caderas
de cuyo arco pende el Mundo, cómo lo
músico vino a ser marmóreo en la
esplendidez de tus piernas si antes hubo
dos piernas amorosas así considerando
claro el encantamiento de los tobillos que son
goznes que son aire que son
partícipes de los pies de Isadora
Duncan la que bailó en la playa
abierta para Serguei
Lesénin, cómo
eras eso y más para mí, la
danza, la contradanza, el gozo
de olerte ahí tendida recostada en tu ámbar contra
el espejo súbito de la Especie cuando te vi
de golpe, ¡con lo lascivo
de mis dedos te vi!
la arruga errónea, por decirlo, trizada en
lo simultáneo de la serpiente palpándote
áspera del otro lado otra
pero tú misma en
la inmediatez de la sábana, anfibia
ahora, vieja
vejez de los párpados abajo, pescado
sin océano ni
nada que nadar, contradicción
siamesa de la figura
de las hermosas desde el
paraíso, sin
nariz entonces rectilínea ni pétalo
por rostro, pordioseros los pezones, más
y más pedregosas las rodillas, las costillas:
-¿Y el parto, Amor, el
tisú epitelial del parto?

De él somos, del
mísero dos partido
en dos somos, del
báratro, corrupción
y lozanía y
clítoris y éxtasis, ángeles
y muslos convulsos: todavía
anda suelto todo, ¿qué
nos iban a enfriar por eso los tigres
desbocados de anoche? Placer
y más placer.
Olfato, lo primero el olfato de la hermosura, alta
y esbelta rosa de sangre a cuya vertiente vine, no
importa el aceite de la locura:
-Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma...

16 de mayo de 2010

Poeta Chileno Raúl Zurita

IMG

Raúl Zurita es un poeta con su -lejos- escrito de palabra que ahonda un Chile destrozado y una humanidad completamente suya como testimonio de su dolor.

Curioso, creativo... le ha dado movilidad a la poesía de otra forma. En 1982 por medio de aviones figuró el poema VIDA NUEVA sobre el cielo de New York. Y en 1993 construyó  permanentemente el poema NI PENA NI MIEDO sobre el desierto de Atacama en su país y del que solo puede ser visto desde las alturas. 

Ya para el 2006, con su estado de salud deteriorado (mal de Parkinson) visitó Costa Rica para el Festival Internacional y tuve el gusto de recibirlo en mi pueblo natal Desamparados junto con otros poetas del mundo.

 

Del Libro PURGATORIO (1979)

 

XXXVIII

 

Les aseguro que no estoy enfermo -créanme

ni me suceden a menudo estas cosas

pero pasó que estaba en el baño

cuando vi algo como un ángel

"Cómo estás perro?", le oí decirme

bueno -eso sería todo

pero ahora los malditos recuerdos

ya no me dejan dormir por las noches.

 

 

Domingo en la mañana

 

C

 

Se ha roto una columna:vi a Dios

aunque no lo creas te digo

sí hombre    ayer domingo

con los mismos ojos de este vuelo

 

Del Libro ANTEPARAÍSO (1982)

 

ALLÁ ESTUVIERON LOS NEVADOS

 

Chao idiota Zurita -alcanzó a gritarme-

en el otro mundo nos veremos

(g.m)

También ellos se marchaban:

Somos las montañas que caminan, decían

devolviéndose por esas nevadas

 

I. Empinados en su blancura    caminando con la nieve los paisajes muertos de Chile

II. Las cordilleras de Chile     gimiendo monte adentro como animales perdidos

III. Tras los paisajes muertos tapándolo todo igual que bestias que cubrieron los valles     muertas de frío empinándose tras los cerros

IV. Despidiendo la fuga de los paisajes vivos y muertos hasta los blanquearíos donde nos empinábamos los rebaños de la cordillera     helados y blancos    en la nevisca regresando de esas largas marchas perdidas

 

 

EPÍLOGO

 

Entonces yo solamente escondí la cara,

me cubrí entero,

nieve fui

 

POSTFACIO

 

El 18 de marzo de 1980, el que escribió este libro atentó contra sus ojos, para cegarse, arrojándose amoníaco puro sobre ellos. Resultó con quemaduras en los párpados, parte del rostro y sólo lesiones menores en las córneas; nada más me dijo entonces, llorando, que el comienzo del Paraíso ya no iría.

Yo también lloré junto a él, pero qué importa ahora, si ése es el mismo que ha podido pensar toda esta maravilla.

Daniela  Eltit

 

22 frases escritas sobre los acantilados de la costa norte de Chile, solo vistas desde el mar, entre ellas:

Verás un mar de piedras

Verás margaritas en el mar

Verás un Dios de hambre

Verás el hambre

Verás figuras como flores

Verás un desierto

Verás el mar en un desierto

Verás tu odio

Verás un país de sed

Verás acantilados de agua

Verás nombres de fuga

Verás la sed

Verás amores en fuga

Verás el poco amor

Verás flores como piedras

Verás sus ojos en fuga

Verás cumbres

Verás margaritas en las cumbres

Verás un día blanco

verás que se va

verás no ver

y llorarás

 

 

Visita del poeta Zurita en el V Festival Internacional de Poesía en Costa Rica en el 2006  junto con poetas como el nicaragüense Ernesto Cardenal, Claribel Alegría,  el argentino Vicente Muleiro, entre otros.

Recital en la  Biblioteca Joaquín García en Desamparados

HPIM0054 HPIM0055

         Raúl de espaldas                                    Raúl Zurita leyendo

 

HPIM0051 

Por orden 1ra foto: Claribel Alegría, Ernesto Cardenal y Vicente Muleiro.

HPIM0047

6 de mayo de 2010

Juan Gelman, poeta argentino

Caricatura de Gelman por Xosé Poldras

 

Poeta, cuya obra es imposible desligar con su vida.  Confesional y con un ritmo paralelo a su historia trágica, -la que nunca negó, razón por lo que sus poemas son  llenos de intensidad humana y una apuesta distinta en la literatura del mundo.

Del mismo Julio Cortázar salen estas palabras hacia el poeta: Cada diminutivo, cada nombre dicho como quien acuna o tranquiliza, hinca todavía más hondo la irrestañable denuncia de esas innúmeras muertes que tantos de nosotros llevamos como un alabastro, atado al cuello y sin saber volverlas del lado de la luz".

Ese dolor físico o emocional -que no se inventa-, solo los cínicos lo dudan, se traducen en el itinerario de su voz.

El poeta argentino Jorge Boccanera también comenta de Gelman, "su voluntad de transgredir, el zigzagueo experimental, el respeto por la imagen sin desentenderse de lo contingente, su denodado esfuerzo por expresar sus obsesiones y captar su sí mismo, la paradoja como núcleo, su cosmovisión afincada en la lucha de los contrarios, la libertad para incorporar a su modulación elementos ajenos, claves de esta poética."

Vino a Costa Rica para el Festival Internacional en el año 2007,  el mismo año en el que ganó el premio Cervantes.

Una muestra poética para compartirles:

 

(1956/58) Del libro: El juego en que andamos.

 

EL JUEGO EN QUE ANDAMOS

 

Si me dieran a elegir, yo elegiría

esta salud de saber que estamos muy enfermos,

esta dicha de andar tan infelices.

 

Si me dieran a elegir, yo elegiría

esta inocencia de no ser un inocente,

esta pureza en que ando por impuro.

 

Si me dieran a elegir, yo elegiría

este amor con que odio

esta esperanza que come panes desesperados.

 

Aquí pasa señores

que me juego la muerte.

 

(1961) Del libro: Velorio del solo

 

ARTE POÉTICA

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,

como un amo implacable

me obliga a trabajar de día, de noche,

con dolor, con amor,

bajo la lluvia, en la catástrofe,

cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,

cuando la enfermedad hunde las manos.

 

A este oficio me obligan los dolores ajenos,

las lágrimas, los pañuelos saludadores,

las promesas en medio del otoño o del fuego,

los besos del encuentro, los besos del adiós,

todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

 

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,

rostros oscuros los escriben como tirar la muerte.

 

(1973) Del libro: Relaciones

 

PODERES

 

como una hierba como un niño como un pajarito nace

la poesía en estos tiempos en medio

de los soberbios los tristes los arrepentidos

nace

 

¿puede nacer al pie de los sentenciados por el poder

al pie de los torturados los fusilados de por acá nace?

¿al pie de traiciones miedos pobreza

la poesía nace

 

tal vez no haya perdón para los soberbios para los tristes para los

arrepentidos

tal vez no haya perdón para los carniceros zapateros panaderos

tal vez para nadie haya perdón

tal vez todos estén condenados a vivir

 

como hierba como un niño como un pajarito nace

la poesía la torturan

y nace la sentencian y nace y la fusilan

y nace la calor la cantora

 

(1980) Del libro Carta Abierta

 

I

hablarte o dehablarte/dolor mío/

manera de tenerte/destenerte/

pasión que munda su castigo como

hijo que vuela por quietudes/por

 

arrobamientos/voces/sequedades/

levantamientos de la ser/paredes

donde tu rostro suave de pavor

estalla de furor/adioses/alma

...

X

El sufrimiento/¿es derrota o batalla?/

realidad que aplastás/¿sos compañera?/

¿TU MUCHA PERFECCIÓN TE SALVA DE ALGO?

¿acaso no te duelo/te juaneo/

 

te gelmaneo/ te cabalgo como

loco de vos/potro tuyo que pasa

desabuenándose al pie de mis muereras?/

 

¿acaso no te soy para padrearte?/

¿me vas a disculpar que te hije mucho?/

realidad que sufrís como pariendo/

tu sufridero/ canta para mí.

...

 

(2001) Del libro Valer la Pena

 

JOSEPH

 

Cuando un poeta se posa sobre el mundo lo desplaza.

Cuando el pájaro muere ¿qué pasa?

A lo mejor le falló el corazón por instalar su levedad en el suelo.

O tenía la memoria cargada con cada vuelo que voló.

En el café Colón de Malabia y Corrientes

los parroquianos conocen la lentitud del tiempo,

el dolor del cariño, la ficción de ser otra cosa, la mesa

donde Joseph se para y dice que el exilio fue hoy,

que no hay espanto mayor que el del animal recorriendo su cueva,

que pesan hoscamente los que cayeron combatiendo y que

no hay heridas, sino una gran herida que nadie puede cerrar.

¡Habráse visto!

Como si el pájaro no corriera las cortinas del cuarto para que entrase el sol!

¡El sol que nada, la huella infinita de la piedra

en cada pobre de amor!

Tendrías que haberte quedado más aquí,

Joseph o cosmos descuidado,

a la intemperie de la costumbre.

Nos e arrancó el país y yace

lleno de entender todo.

15 de marzo de 2010

Yolandita, Yolandita...!!!

Ver imagen en tamaño completo

"En Costa Rica es necesario morirse para recoger el recogimiento póstumo de este pueblo desdeñoso y pasivo. O, caso de tenerse mucha impaciencia en la cosecha, basta convertirse en personificación de la academia fósil de otro tiempo, sin renovación vital de ninguna índole, para que el vaho tibio del agradecimiento nacional cubra como un incienso el pedestal de la viviente estatua consagrada"

YOLANDA OREAMUNO

 

 

A Yolanda, pujante mujer que se venció a sí misma

y a las callejuelas de su patria!!

 

Yolandita, Yolandita

mientras vivías nadie te leyó  en este escondrijo de ratas,

ni ocupaste sopladuras en ediciones estatales.   

 

Yolandita sigue el barreal y los fósiles académicos,

sigue la aldea masticando basura en sus argumentos,

y hacen sacrificios a los dioses “magones y nóveles” de yeso.

 

Yolandita marcan por peso de premios al ganado literario,

exhiben shows de recetas culinarias y poéticas,

sigue la "otredad" y su crítica con sinfonías elegantes.

 

Yolandita le tienen miedo a la revolución estética,

siguen las estructuras folklóricas y universitarias,

y seguimos a los muertos donde están.

 

 

Yolandita, que siga tu indiferencia, indiferente!

10 de enero de 2010

Mexicana Cristina Rivera Garza




Hace dos años, leí la novela " La cresta de Ilión" de la escritora mexicana Cristina Rivera Garza y me sorprendió profundamente su trama, el manejo absoluto de mantenernos con la expectativa al margen de la lectura porque es de esas novelas que nadie adivina lo que sigue.

Sin duda, me dije que estaba ante una de las mejores narradoras jóvenes latinoamericanas pues ya había ganado el Sor Juana Inés de la Cruz en 2001, con -Nadie me verá llorar-.

Ahora para el 2009, gana por segunda vez el Sor Juana con la novela "La muerte me da" donde destroza el género novelístico tradicional y lo revierte a un modelo nunca antes visto, no solo por su lenguaje intimista, sino por su temática fresca y audaz.

Aún no consigo su último libro para hacer referencia exacta pero puedo decirles que tuve suficiente con "La Cresta de Ilión" para darme cuenta que sí existen otras formas de sugerir y narrar que pueden permitir evolucionar la novela latinoamericana.




"Un resumen de La cresta de Ilión:

La cresta de Ilión debe destacar la marginación del protagonista anónimo después de que conoce a Amparo Dávila. En una coincidencia misteriosa, Dávila y la ex–amante del protagonista llegan la misma noche a la casa de éste y se hospedan con él. Estas dos mujeres inventan un idioma sin enseñarlo al protagonista, aunque el jefe de este último resulta ser proficiente en la lengua. El protagonista, ahora hostigado dentro de su propia casa, continúa trabajando como médico en el Hospital Municipal, llamado la Granja del Buen Reposo, donde se albergan pacientes terminales y donde encuentra un manuscrito de Amparo Dávila que ella misma busca. El protagonista lee el manuscrito sólo para perderlo. Al final de la novela, el protagonista es internado en la Granja para después volver a su casa bajo la vigilancia de Moisés y Gaspar, dos guardianes que remiten al cuento homónimo de Dávila.Rivera aumenta la ambigüedad de la trama al mostrar que, inexplicablemente,el protagonista llega a hablar el idioma de sus huéspedes.
HIND: El consumo textual La cresta de Ilión de Cristina Rivera Garza, el protagonista admite que es mujer, aunque previamente disfrutó de su pene en relaciones sexuales. Se refiere al protagonista con el masculino por ser más conveniente para diferenciarle de las dos otras mujeres. Esta identidad inestable del protagonista se extiende a la joven Dávila, quien no se conoce y admite: “no sé si soy o no, Amparo Dávila”.

Una novela intrigante y recomendada para leer!