Este espacio es una recolección de lecturas. No tiene perspectiva de crítica sino es un pasatiempo personal.































27 de junio de 2009

CARLOS ERNESTO GARCÍA y algunos de sus incendios...

 

   

o cenizas...? 

Panorama humano. Desbroce de la guerra. Guerrillero de plumilla. Inmigrante con su palabra en la maleta. Mirada en la que me dejaría perder!!

El Salvador. España. El Mundo. Periodismo. Escuelas. C&Duke. Todo eso y muchos de sus libros se confiesan.

Lo encuentro despojado como si la historia fuera un terraplén que lo sepulta. Carlos Ernesto no tiene otra opción más humana y razonable que tentarse a vivir por la poesía, porque detrás se quedan sus incendios o cenizas. Y eso me da esperanza.

Cuando miramos lo que hoy es Centroamérica como resultado de las guerras de los 80`s, me asusta la poca vialidad que tenemos para revertir las libertades que nos arrebatan, pero seguir viviendo porque la poesía nos dice que debemos seguir buscando una razón; me suena una opción más que pacifista, una revolución interna donde cada ser -lo que milita-es su propia sed de existencia y su convivencia solidaria con los otros.

Ahora siguen sonando las piedras, los golpes en HONDURAS, la guerra mara salvadoreña, las miserias y sus campanarios corruptos en la Nicaragüita de Mejía Godoy... pero hay voz en los poetas, en Carlos Ernesto García que sabe batallar con la palabra y todas las rutinas.   

Hombre que aún anidado por el dolor, no se deshumaniza... (tendría que preguntarle)

"...cuando beso aun siento mi cuerpo temblar sobre la tierra"

hay mejor política que esa? pregunto.

Su poesía respira... primariamente fue denuncia y luego, habitante de otras verdades, de otra "Maleta en el desván", su último libro, vibraciones tan reales como la guerra, el desamor o la violencia.

Aún, sus ojos prosiguen siempre entre sus patrias centroamericanas, porque no fue una sino muchas las que acogió en busca de la libertad y la paz social.

Ahora su patria es más amplia que un pedazo de tierra, está en el poema universal.

Él sigue como un transeúnte, quién habita cafés como un círculo de soledad y lee las noticias como el paradigma de sus entrañas.

Lo descubro  con solo leer su poema MI PEQUEÑO BURGUÉS refiriéndose a sí mismo en segunda persona:

Se levanta temprano. /Revisa las noticias en la prensa extranjera. /Bebe su café. /Procura que el traje /haga juego con los zapatos /la camisa/ los calcetines./
Visita librerías. /Por encima de Kokoschka o Kandinski/ aprecia de Hopper /los cuadros en que eternizó los bares/ las mujeres desnudas en habitaciones solitarias/ y las ciudades en las que todo es silencio./En las madrugadas/ se deja llevar por el clavicordio/ en que se ejecuta la Toccatta y fuga de Bach/mientras el Bushmill quema la garganta.
Prefiere las salas de cine alternativo /donde una noche /se dejó atrapar por la grandeza /de Aléxander Nevsky /y los incombustibles besos /de Bogart a la Bergman /en Casablanca./Lee con verdadera pasión a Grossman./Se desvela con la poesía /en la que tarde o temprano

siempre aparece el campesino
que llevo dentro.

Sobre su dialéctica expresiva, la considero fresca como torrencial, contemporánea pero lúdica, directa, sin escondrijos...

¡sigamos leyendo sus incendios... aunque nos logren quemar!

   

  

YO NO TENGO CASA

La mitad de lo que amaba ya no está conmigo
unos (casi todos) se han quedado
otros simplemente partieron.

Mi hermano urgentemente me escribe de México:
La casa se derrumba
hay que venderla
y pienso:
es qué aún tenemos casa?
Mi padre se quedó sin comprarse aquella camisa
o aquél pantalón que tanto le gustaba
sin ir al cine los domingos
sin viajar al país con el que tanto soñó
y se conformó con visitar un parque
en donde mirarle el rostro al caballo
y al general que lo montaba en una estatua

Todo por comprarnos una casa
una pequeña y modesta casa donde vivir
y a la que hoy solamente se le ocurre derrumbarse.

Por mí
que se derrumbe si quiere.
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo
si los niños no se amelcochan frente a la ventana
y si a mi hermana se le quebró la sonrisa frente al espejo
aquella terrible noche de junio
antes de la tormenta y el canto del gallo
si el llanto metálico de un niño
no me provoca una tremenda ternura
que haga nacer una canción de amor entre mis manos
por mí que se derrumbe
y que vuelvan a construir un día si quieren
pero será sobre cenizas.

Mi voz
no vibrará más en sus paredes.
Tus cartas de amor Mariana
no llegarán con su olor a perfume hasta mis manos.
Al caer la Navidad estaré siempre lejos
y solitarias habitaciones poblarán la casa
que según cuenta mi hermano en su carta:
ya perdió sus primeros cristales

Está bien
que se derrumbe si quiere
si es así
olvidarla será mi venganza
porque yo hace tiempo
mucho tiempo
que no tengo casa.

HOMENAJE

El invierno en Budapest
tiene un gris añejo.
El Danubio como chuchillo
atraviesa el cuerpo de esta ciudad
que vio mil guerras.
Así lo atestigua
el monumento a los pescadores
que recibieron de Turquía sus flechas.
Desde ahí
la imaginación es capaz de cabalgar
sobre los siglos.
Si visitas Budapest en invierno
sentirás su sabor a luto
su sabor a sangre que tiene la tarde.

MALA COMPAÑÍA

Para consolarme
a mi sombra se le dio por tenderse.
Era una inmensa ola en la mitad del lecho.
apagué la luz
de golpe me quedé
completamente solo

AUSENCIA

Mi hermana mi hermana

¿Dónde está mí hermana?

Busco en vano.

No puedo verla.
De pronto como una bala como un fogonazo.

Su mirada ante el horror.

Su piel blanca y su adolescencia.

Su manera de bailar a solas y cantar.

Su cabellera al sol.

Todo se desvanece.

Sus 18 años en un sólo instante como un destello.

Como una metralleta sonando en mi memoria.
Algunas veces el camino me conduce

hasta el whisky de los filibusteros.

De golpe una explosión.

Una bala en la madrugada.
Un grito ante el espanto.

DESFILE MILITAR

Una mañana cualquiera.

Aburridos bajo el aplastante sol del trópico.

Agotando insaciables

nuestros cigarrillos de marca barata.

Sentados como de costumbre

sobre los escalones de cemento

que dan a la vieja iglesia del pueblo.

Nos entretenemos contando camiones

tanquetas y un río de guardias nacionales

con destino a la masacre.

MARCHA DE LA UNIDAD

A los que cayeron en San Salvador
el 22 de enero de 1980.

Todo estaba bien.

Hasta que llegaron ellos

con sus bombas lacrimógenas

los disparos del G-3

las capturas indiscriminadas

las avionetas fumigando

los cadáveres contra las cunetas

y las mujeres en desespero

que entre la multitud

buscaban la mirada combativa

de sus hijos.

Todo estaba bien.

Salvo usted General.

Salvo usted que dio la orden

todo estaba bien

General.

 

Entrevista por Escritores por la tierra

22 de junio de 2009

Jesús Lizano mientras sigo tocando...

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Jesús Lizano (Barcelona 1931) se define como “un rebelde, un excluido del sistema literario”. Tiene un vital sentido del humor, poeta que toca absolutamente todos los deshechos, te puede hablar de amor, de sastres, de curvas o de mierda.

Desligado del comunismo y su vida dentro de él, este filósofo poeta -que aún vive- para denunciar, nos remueve las entrañas porque la palabra según él debe ser para remover, para excavar... para hacernos despertar de que la vida es una simple insolencia.

Para el poeta, "esa tierra prometida de plenitud humana puede alcanzarse solo mediante un comunismo poético". Su obra se disfruta más allá de cualquier ideología. A veces se revierte como poeta lírico, épico, reflexivo o sarcástico…

Es extraño no conciliar sus ideas con algo que ciertamente repudiamos. Me deja tocando. Toca ver lo que no se ve. Toca decir lo que no se dice. Toca ser libre cuando queremos serlo. No aplaudir la irreverencia por simple disgusto social sino porque nos destruye no decirlo. No abanderarse por simplemente rebelarse. Rebelión con razón, por libertad, por no tener miedo de asumir el miedo o la misma felicidad. No solo tocar la mierda porque hay que tocarla sino cuando toca. Tocar la alegría cuando se deja tocar y cuando toca.

Seguiré tocando con Jesús Lizano y sus poemas ...

 

LAS PERSONAS CURVAS

Mi madre decía: a mi me gustan las personas rectas
A mí me gustan las personas curvas,
las ideas curvas,
los caminos curvos,
porque el mundo es curvo;
y me gustan las curvas
y los pechos curvos
y los culos curvos,
los sentimientos curvos
la ebriedad: es curva;
las palabras curvas:
el amor es curvo;
¡el vientre el curvo!;
lo diverso es curvo.
A mí me gustan los mundos curvos;
el mar es curvo,
la risa es curva,
el dolor es curvo;
las uvas: curvas;
los labios: curvos;
y los sueños, curvos;
los paraísos, curvos
(no hay otros paraísos);
a mí me gusta la anarquía curva;
el día es curvo
y la noche es curva;
¡la aventura es curva!
Y no me gustan las personas rectas,
el mundo recto,
las ideas rectas;
a mí me gustan las manos curvas,
los poemas curvos,
las horas curvas:
¡contemplar es curvo!;
(en las que puedes contemplar las curvas
y conocer la tierra);
los instrumentos curvos,
no los cuchillos, no las leyes:
no me gustan las leyes porque son rectas,
no me gustan las cosas rectas;
los suspiros: curvos;
los besos: curvos;
las caricias: curvas.
Y la paciencia es curva.
El pan es curvo
y la metralla recta.
No me gustan las cosas rectas
ni la línea recta:
se pierden
todas las líneas rectas;
no me gusta la muerte porque es recta,
es la cosa más recta, lo escondido
dentro de las cosas rectas;
ni los maestros rectos
ni las maestras rectas:
¡libérennos los dioses curvos de los dioses rectos!
El baño es curvo,
la verdad es curva,
yo no resisto las verdades rectas;
vivir es curvo,
la poesía es curva,
el corazón es curvo.
A mí me gustan las personas curvas

 

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MAMÍFEROS

 

Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.

Policías, médicos, conserjes,
profesores, sastres, cantautores.
¿Cantautores?
Yo veo mamíferos…

Alcaldes, camareros, oficinistas, aparejadores
¡Aparejadores!
¡Cómo puede creerse aparejador un mamífero!
Miembros, sí, miembros, se creen miembros
del comité central, del colegio oficial de médicos…
académicos, reyes, coroneles.
Yo veo mamíferos.

Actrices, putas, asistentas, secretarias,
directoras, lesbianas, puericultoras…
La verdad, yo veo mamíferos.
Nadie ve mamíferos,
nadie, al parecer, recuerda que es mamífero.
¿Seré yo el último mamífero?
Demócratas, comunistas, ajedrecistas,
periodistas, soldados, campesinos.
Yo veo mamíferos.

Marqueses, ejecutivos, socios,
italianos, ingleses, catalanes.
¿Catalanes?
Yo veo mamíferos.

Cristianos, musulmanes, coptos,
inspectores, técnicos, benedictinos,
empresarios, cajeros, cosmonautas…
Yo veo mamíferos.


del libro Novios, Mamíferos y Caballitos

 

3 libro lizano  otro libro de jesusibro jesus

11 de junio de 2009

LAWRENCE FERLINGHETTI (La poesía como arte insurgente)

Lawrence Ferlinghetti

 

 

Llegó a mis manos la Revista de poesía PROMETEO número 83; que un amigo colombiano me obsequió del Festival de Poesía de Medellín. Incluye una breve antología de poesía vietnamita, ensayos, muestras de poetas colombianos y poesía contemporánea  del mundo.

Y apareció el texto traducido del que dicen -el último poeta Beats o Beat Generation- LAWRENCE FERLINGHETTI,  que si bien nos da su receta o mejor dicho sus recomendaciones de lo que debe ser un poeta, me di a la tarea de leerlo para husmear como siempre husmeo, y asumir con mi flor de margarita, este sí, esto no...

El Movimiento "Beat Generation" fue la que introdujo la idea de que la poesía era una "performance pública" e irrumpen en la escena desafiando las normas cristalizadas y la formalidad imperante establecida por lo que consideraban que era en ese momento la poesía académica u oficial, subvirtiendo el lenguaje institucional, logrando con su arte una cierta expansión literaria en un período de contracción de la cultura.

Dejo estas ideas de la "poyesis" a su consideración(no indico que sean las mejores) como si fuéramos a seguir el vuelo de quién tuvo más horas de lectura y ciertas irreverencias en su tiempo que seguirán aún para mucho tiempo.

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La Poesía como  un arte insurgente

Inédito en castellano

Traducción de Esteban Moore, para Prometeo
Buenos Aires, Diciembre, 2008.

Los bosques de Arcadia están muertos,
             su antiguo júbilo ha sido enterrado;
             desde siempre el mundo se alimentó con sueños
             ahora la gris verdad es su juguete pintado
...
              -William Butler Yeats-


Sí, qué tiempos estos
              cuando escribir un poema sobre el amor
              es casi un crimen
              pues contiene
              tantos silencios
              acerca de tantos horrores..
.
              -Inspirado en Bertolt Brecht-

“Nos disculpamos por los inconvenientes,
              pero esto es una revolución.”

              -Subcomandante Marcos-

Te estoy enviando señales a través de las llamas.

El polo norte ya no se halla donde solía estar.

El destino manifiesto ya no se manifiesta.

La civilización se autodestruye.

Némesis golpea a la puerta.

¿Para qué sirven los poetas en épocas como éstas?
¿Cuál es la utilidad de la poesía?

La condición del mundo pide auxilio para que la poesía lo salve.
Si aspiras a ser un poeta, crea obras capaces de responder al desafío de los tiempos apocalípticos, aun cuando esto signifique que tu tono sea apocalíptico.

Tú eres Whitman, eres Poe, eres Mark Twain, eres Emily Dickinson y Edna St. Vincent Millay, eres Neruda y Mayakovsky y Pasolini, eres un norteamericano o un extranjero, puedes conquistar a los conquistadores con palabras.

Si aspiras a ser un poeta, escribe periódicos vivientes. Sé un reportero del espacio exterior que envía sus despachos a algún editor supremo que cree en la total revelación de los hechos y tiene un bajo umbral de tolerancia ante la mentira y sus mierdas.

Si aspiras a ser un poeta, experimenta con todo tipo de poéticas, rotas gramáticas eróticas, religiones extáticas, efusiones paganas hablando en lenguas, rimbombante discurso público, escritura automática, apreciaciones surrealistas, monólogos interiores, sonidos hallados, delirios y enojos -para crear tu propia voz, tu voz que subyace allí, una voz límbica, tu voz original, una voz primal.
Si dices que eres un poeta, no te quedes sentado ahí nada más. La poesía no es una ocupación sedentaria, no es la práctica del “sentados, por favor”. Párate y tírales con lo que tengas.

Tienes que desarrollar una visión amplia, cada mirada un atisbo del mundo. Expresa la vasta claridad del mundo exterior, el sol que nos ve a todos, la luna que derrama sus sombras sobre nosotros, los quietos estanques en los jardines, sauces donde canta el oculto zorzal, el atardecer que cae sobre las riberas del río, y los grandes espacios que se abren hacia el horizonte sobre el mar... la alta marea y el canto de la garza real... Y la gente, sí, la gente, en toda la tierra, hablando las lenguas de Babel. A todas ellas dales una voz.

Tienes que decidir si el canto de los pájaros canta el éxtasis o la desesperación, así sabrás si eres un poeta trágico o lírico.

Si aspiras a ser un poeta, descubrí una nueva manera para que los mortales habiten la tierra.

Si aspiras a ser un poeta, inventa un nuevo lenguaje que todos puedan entender.

Si aspiras a ser un poeta, habla las nuevas verdades, aquellas que el mundo no puede negar.

Si aspiras a ser un poeta, esfuérzate en transcribir la conciencia de la raza.

A través del arte, dale un orden al caos de la vida.
Crea nuevas noticias.

Escribe más allá del tiempo.

Reinventa la idea de la verdad.
Reinventa la idea de la belleza.
En la primera luz intensidad poética.
En la noche intensidad trágica.

Escucha el rumor de las hojas y la música de la lluvia.

Apoya tu oreja sobre el suelo y escucha el movimiento de la tierra, el surgimiento del mar, y los lamentos de los animales que están muriendo.

Concibe el amor más allá del sexo.

Cuestiona todo y a todo el mundo, incluyendo a Sócrates, que cuestionó todo.

Cuestiona a “Dios” y a sus amiguitos en la tierra.
Sé subversivo, cuestionando constantemente la realidad y el status quo.

Esfuérzate en cambiar al mundo de tal manera que ya no habrá necesidad de ser un disidente.

Hiphopea y rapea tu camino hacia la liberación.

Intenta ser un animal que canta, que se ha transformado en el proxeneta de un rey pacifista.

Lee entre las vidas y escribí entre las líneas.

Tus poemas deben ser algo más que avisos clasificados para los corazones rotos.

Un poema debe cantar y volar con vos o será un pato muerto con un alma en prosa.
Un poema lírico debe elevarse más allá de los sonidos hallados en la sopa de letras.

Escribe las palabras de los astrónomos que han visto con Heinrich Olber el sitio donde todo es luz.

Recuerda que “la noche, unas pocas estrellas” tiene más fuerza poética que todo un catálogo de los cielos.

La imágenes en tu poema debieran ser jamais vu, nunca déjà vu.

Las palabras pueden salvarte allí donde las armas son inútiles.

Decide si un poema es una pregunta o una declaración, una meditación o una protesta.

Reinventa a América y al mundo.

Trepa la estatua de la libertad.

Desconfía de la metafísica, confía en la imaginación y refertilízala.

En lugar de intentar huir de la realidad zambúllete en las carnes del mundo.

Si dices que eres un poeta, cántalo no lo conceptualices.

No permitas que se diga que una imaginación indolente ahogó la basura de tu corazón.

Reúne nuevamente la narración de una historia y la voz viviente.

Sé el narrador de grandes historias, incluso de las más oscuras.
Dale una voz a las calles sin lengua.

Convierte las palabras comunes en poco comunes.

Peléate con el destino del hombre como lo hacen los amantes celosos.

Besa el espejo y escribe sobre él lo que ves y oyes.

Poeta, sé el espía de Dios, si Dios existe. Artista, retrata su ojo,
si es que tiene uno.

Sé un oscuro ladrador frente a las carpas de la existencia.

Observa la rosa a través de anteojos con los colores del mundo.

Sé un ojo entre los ciegos.

Baila con los lobos y cuenta las estrellas, incluso aquellas cuya luz aún no ha llegado aquí.

Sé inocente, no seas cínico, como si recién hubieras aterrizado sobre la tierra, asombrado al observar el sitio donde has caído.

Cuestiona con un corazón puro el inescrutable significado de las cosas y nuestro destino tragicómico.

¿Tienes el don del encanto y estás rodeado del asombro? ¿Tienes el loco sonido?

Sé un tonto zen.

El brillo de sol de la poesía lanza sombras. También tienes que pintarlas.
Nunca podrás ver u oír o sentir demasiado. Si puedes soportarlo.

Lucha para recobrar la inocencia del ojo de la infancia.

Compone sobre la lengua, no lo hagas sobre la página.

Como un budista, escucha el ritmo de tu propia respiración.

Bajá la voz y habla desde tu pecho, no lo hagas a través de la nariz.

Cuando leas tus poemas, no trates de romper los cristales de las ventanas
del barrio vecino.

En este arte, no tienes maestro de canto, salvo tu oído interior.

Serás tan grande como tu oído. Si éste es de lata, mala suerte.

Igual que los humanos los poemas poseen defectos fatales.

Canta, ¡Hola!

Escribe un interminable poema sobre tu vida en la tierra o cualquier otro lugar, una poesía más grande que la vida.

Un gran poema deberá nacer de la suma de todos tus poemas, registrando más que la superficie de la realidad, más que “aquello que pasa por la ventana”.

Halla la realidad más allá de sí misma, si existe tal cosa.

Tu lenguaje debe cantar, con o sin rima, para justificar que éste sea en la tipografía de la poesía.
Tienes que hacer algo más que poesía de “la palabra hablada”, haz poesía de la “palabra cantada”.

Apoya tu voz en un instrumento musical o otros sonidos y deja que tus poemas florezcan en canto.

Escucha a los cantantes folklóricos del pasado y del presente que son los verdaderos poetas del canto.

Lee entre las líneas del discurso humano.

Haz que tu mente aprenda a recorrer el camino alrededor de tu corazón.

Tu vida es tu poesía. Si no tienes corazón escribirás poemas sin garra.

Elude lo provinciano, busca lo universal.

No talles piedras. Sumérgete en el mar buscando la poesía, cada poema un pez con vida.

Di lo indecible, haz visible lo invisible.

Piensa subjetivamente, escribe objetivamente.

Persigue la literalidad de la imaginación. Lo concreto es lo más poético.

Imagina largos pensamientos en breves oraciones.

Si aspiras a ser un poeta no pienses que los subterfugios del pensamiento son poesía.
Tres líneas cualesquiera no hacen un haikú. Se necesita una epifanía para que se produzca.

Luego de una lectura de poemas no te sometas a una sesión de preguntas y respuestas. La poesía excita las mentes. Las preguntas y respuestas rebajan la poesía a prosa. ¿Acaso le preguntan a un cantante folk que explique sus canciones?

Como un campo de girasoles, el poema no debe ser explicado.

Si un poema debe ser explicado, esto es el fracaso de la comunicación.

Un poeta no debe discutir el arte de la poesía o el proceso creativo. Es más que un secreto del oficio, mistificándose en sus misterios.

Lo que diga un poeta acerca de su trabajo es una defensa que no debería llevar a cabo.

¿Quieres ser un gran escritor o un gran académico, un poeta burgués o un poeta radical en llamas?

¿Puedes imaginar a Shelley asistiendo a un taller de escritura?

Sin embargo los talleres de poesía pueden desarrollar comunidades de amistad poética en el corazón de América, donde tantos pueden sentirse solos y perdidos pues no hallan espíritus afines.

Si tienes que enseñar poesía golpea la pizarra con la tiza de la luz.

Ninguna idea, sólo en los sentidos. Nihil in intellectu quod non prius in sensu.

Si aspiras a ser un gran poeta, relaciónate con poetas que piensen. Son difíciles de hallar.

La poesía del pensamiento se abstiene del éxtasis.
Lee a los novelistas épicos, los poetas proféticos, los grandes contadores de historias, las grandes mentes.

Frecuenta las librerías.

¿Qué tienes en la mente? ¿Qué piensas hacer? Abrí la boca y deja de balbucear.

No tengas la mente tan abierta, pues se te puede caer el cerebro.

Transfórmate en una mente nueva y hazla más nueva aún.

Barre lejos las telas de araña.

Cultiva la disidencia y el pensamiento crítico. El primer pensamiento puede ser el peor pensamiento.

Persigue la ballena blanca pero no le claves el arpón. En lugar de ello captura su canto.

Otórgate permiso para realizar deslumbrantes vuelos de la imaginación en fantásticos planeos.

Tienes que ir más allá de las grandes expectativas y las más terribles profecías que todos albergamos.

Si aspiras a ser un gran poeta, sé la conciencia de la raza.

Resiste mucho, obedece menos.

Desafía al capitalismo con su disfraz democrático.
Desafía todos los credos políticos, incluido el populismo revolucionario y el socialismo patotero.

Considera el sufismo, especialmente su éxtasis tántrico en el cual la poesía compuesta en la lengua es la guía hacia el corazón y también hacia el alma.

Glorifícate en el pesimismo del intelecto y en el optimismo de la voluntad.

No soples burbujas de desesperanza.

La poesía es semilla y pimpollo, no es una ramita.
Fúmala para volarte.

Genera alegría colectiva frente al rostro del desaliento colectivo.

Libera secretamente todo ser que veas en una jaula.

Libera a los pobres y enfurece a los déspotas.

Haz sonar tu grito bárbaro sobre los techos del mundo.

Grazna el gran graznido.

Siembra tus poemas con la sal de la tierra.

Defiende a los tontos y locos.

Observa la eternidad en los ojos de los animales.

Observa la eternidad, no una próxima noche, sino esta noche.

Expresa lo inexpresable.
No seas demasiado complejo para el hombre de la calle.

Sé un ave de canto, no un papagayo.

Sé un canario en la mina de carbón. (Un canario muerto no es solamente un problema ornitológico.)

Sé también un gallo que despierta al mundo.

Escribí poemas breves con la voz de los pájaros.

El canto de los pájaros no es producido por máquinas. Dale alas a los poemas para que vuelen hacia las copas de los árboles.

No complazcas, muy particularmente no complazcas al público, ni a los lectores, ni a los editores.

No halagues a la Mente Media de América ni a la sociedad de consumo. Sé un poeta no un mercachifle.

No desmerezcas a los académicos que sostienen que el poema debe contener integridad, armonía, radiaciones, verdad, belleza, bondad.

Hazte al mar en barcos, o trabaja cerca del agua, y rema en tu propio bote.
¿Por qué escuchar a los críticos que no han producido grandes obras?

No produzcas poesía por metro.

No escribas segundas versiones de las realidades virtuales.

Sé un lobo en la majada de corderos del silencio.
No patines en la cáscara de banana del nihilismo, incluso cuando escuches el rugido de la nada.

Tienes que llenar el oscuro abismo que bosteza detrás de cada rostro, cada vida, cada nación.

Haz un poema de cada una de tus experiencias y sobreponte a la miopía del momento actual.

Atrapa instantes, cada segundo es una pulsación del corazón.

Oculta tu celular y estate aquí y ahora.

Busca lo permanente en lo evanescente, en lo que huye.

Haz ondas permanentes, y no sólo en las cabezas de las mujeres, estilizadas en la peluquería.

No juegues con tu bigote en sótanos desesperanzados escribiendo boberías incomprensibles.

¿Por qué vivir en las sombras? Hazte un lugar en el barco del sol.

No permitas que digan que tu poesía es una mierda.
No permitas que digan que tu poesía es para los pájaros.

Ríe a carcajadas de aquellos que dicen que tus poetas son unos inadaptados o terroristas potenciales y un peligro para el estado.

No permitas que digan que tu poesía es una neurosis de la cual muchos no se recuperan.

Ríe de aquellos que dicen que toda la poesía ha sido escrita por el espíritu santo y que tú eres solo un escritor fantasma.

Nunca, nunca creas que la poesía es irrelevante en las épocas oscuras.

No permitas que digan que los poetas son parasiti.

Ríe de aquellos que sostienen que la poesía es subvencionada por la Inseguridad Social.

No les creas cuando te dicen que nadie invierte una moneda en la poesía en el mercado de valores de nuestra cultura de los casinos.

No abras tu boca, salvo que tengas la urgencia del canto.

Si no tienes nada que decir no lo digas.
No sermonees de este modo. No digas No.

Búrlate de aquellos que dicen que vivís en el mundo de los sueños. Sueña tu propia realidad. Acampa en las riberas de la realidad.

Ríe de aquellos que te dicen “Escriba prosa, joven, escriba prosa”.

Sal de tu ropero. Ahí adentro hay demasiada oscuridad.
Ten el valor de ser un insurgente poético no violento, un antihéroe.

Templa lo intemperante de tu voz con la compasión.

En las viñas de la ira cosecha las uvas para hacer el vino nuevo.
Recuerda que los hombres y las mujeres, seres sufrientes, viven el éxtasis y el dolor infinitamente.

Levanta las persianas, abrí tus cerradas ventanas, eleva el techo, retira las cerraduras de las puertas, pero no arrojes los tornillos a la basura.

No destruyas el mundo si no tienes algo mejor para reemplazarlo.

Desafía a Némesis, la diosa vengativa, la diosa de la envidia.

Comprométete con algo más allá de vos mismo. Demuestra tu pasión.

¿Si pudieras arrebatar la fama de las llamas, dónde estaría tu arco ardiente, dónde tus flechas del deseo, dónde tu incendiado ingenio?

Cuando el poeta se baja los pantalones, su “ars poetica” como sus nalgas deben ser evidentes, abriéndole el paso a las erecciones líricas.

Las clases dirigentes comienzan las guerras, las clases bajas combaten en ellas. Los gobiernos mienten. La voz del gobierno no es la voz del pueblo.
Habla. Actúa. El silencio es cómplice.

Se el tábano del estado, pero también su luciérnaga, su bicho de luz.

Y si tienes dos piezas de pan, haz como hicieron los griegos, vendé una y con la moneda del reino compra girasoles.

¡Despiértate, el mundo está en llamas!

Que tengas un buen día.

7 de junio de 2009

"Estoy en contra de interpretaciones estúpidas" (Estadounidense Susan Sontag)

 

Susan st

La poesía me encontró como a muchos desde muy niña, aún sin saber leer y escribir pero con el asombro. Luego, cuando encontraba palabras extrañas, las repintaba en las hojas de plátano con palillos de la higuera. Era mi metamorfosis, mi juego con el diccionario y el miedo a la oscuridad. 

Conforme fui creciendo, decidí llamarme poeta aunque en la escuela nadie percibió mi amor por las palabras. Mis padres sí lo olfatearon y me dieron el zarpazo para ir más allá. Mi nacimiento formal fue en la década circunstancial de los 80`s, porque fue allí donde empecé a buscar desordenadamente mi formación interpretativa de la literatura.

Me sostuve ante la ceguedad y sin paredes en donde apoyar mi efusión por las letras. Personalmente, creo que los 80´s fue una época particular y fantasmal para la literatura costarricense. Caminé por talleres, contra-talleres, movimientos adictos de poder y odio. Aprendí mucho, digo y luego en otras, me ha sido necesario des-aprender. Era lo que había y punto.

Ahora comento con los que llevan menos horas de vuelo en esto, que si hacen de la literatura su trazo de por vida, luchen por mantener la mirada limpia e ingenua del "primitivo", no dejarse llevar por idées reçues en ningún momento; que no se avergüencen de ser dueños de una ignorancia neutral y sin prejuicios; y por supuesto, que logren vencerla siempre con el discernimiento y no solo con la redundancia teórica.

Que se cuestionen todo, que sus ideas no se inscriban con sangre, que el cerebro lo remuevan en baldes de agua fría, que pierdan toda religiosidad sobre aquellos que los compelan a cantar la palinodia, que se vuelvan ateos de toda doctrina o receta de cómo se hace, qué es o que no es literatura. Que lean de todo, lo bueno, lo malo, lo feo y lo bonito. Que sepan revertir el proceso de lectura, primero lo afín y luego, lo clásico o como les venga en gana.

Que será común la arrogancia de muchos y la crueldad con que invisibilizan a otros. Que existe el canibalismo cultural pero que no se aflijan por ello, que pueden aprender a subastarse con disposición, compromiso y sustancia por su obra.

Y aquí es donde aparece Susan Sontag, una mujer cuestionadora que me dice de los seres que deben coexistir dentro de un escritor:

el loco y el obsesivo,

el idiota,

el estilista,

y el crítico.

Elementos que a veces escucho en mi intuición y duermen por ratitos para despertarse de sobresaltos.

Fue por ella, por Sontag, escritora estadounidense, que empecé a resquebrajar mis ideas, aunque no comparto a plenitud sus percepciones. 

Pero llegué a ella por casualidad. La observé en un documental basado en sus pasiones literarias, sus irreverencias ideológicas y biográficas -no muy acordes- para la década de los 60´s. 

Para ese tiempo, inició una nueva lógica, una exploración por las condiciones humanas, a través de la cultura, el arte y la percepción sobre la paráfrasis de esa realidad. CONTRA LA INTERPRETACIÓN, fue el libro que reunió todos sus ensayos, era como una declaración de sus propios principios: guerrear contra toda superficialidad, simulación, e indiferencia estética y ética.

La inerte búsqueda de significados en la obra de arte, y la defensa de la intuición como medio para acercarse a la experiencia del fenómeno artístico, fue el eje de este libro.

Sus propuestas alarmaban, las tergiversaron, las anularon, las juntaron luego a pedacitos para premiarla. En una de sus últimas entrevistas le sugirieron las razones del por qué estaba en contra de toda interpretación del arte y ella dijo: - No estoy en contra de ellas sino de las interpretaciones estúpidas.

Ella garrocha afirmaciones con resbaladiza seguridad pero no son mi receta: "La poesía debe ser exacta, intensa, concreta, significante, rítmica, formal, compleja". En sus arbitrajes, aun en los menos penetrantes, la remacharon en una imagen de intelectual irreverente que la marcó hasta lo concluyente de su vida y que le valió el sarcasmo de la opinión pública cuando, al hablar de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, dijo que eran "una consecuencia natural de las alianzas y las acciones de los Estados Unidos" y que de los atacantes se podía decir todo menos que fueran cobardes.

Esa mixtura de ser, no era, ni es aún, habitual; y desde ella, desde su estatus como crítica relevante de la cultura estadounidense contemporánea, Sontag refrescó el ensayo sofisticado y mundanal y lo transmutó en un utensilio idóneo para inquirir en temas -no comunes- como las drogas, la pornografía, la política y la literatura occidental. Así nace su segundo libro de ensayos, Estilos radicales, publicado en 1969.

Ese reportaje visual fue la esencia de su manera de ver y vivir el mundo; de cómo debo verme en lo sucesivo. No me atrajeron exactamente sus escritos filosóficos, ni sus rasgaduras de teórica (hoy es casi inaccesible encontrar sus libros y hay pocas traducciones de sus ensayos) sino por su activismo impulsivo y preponderante, su palabra irreverente, sin prejuicios ni miedos por la crítica de su momento. Escritora de orgullo controlado pero desinhibida ante el compromiso y el liderazgo cultural.

Una autora que debe ser peaje peatonal en el camino de todo escritor, aunque sea, leerla por casualidad.