Poeta, cuya obra es imposible desligar con su vida. Confesional y con un ritmo paralelo a su historia trágica, -la que nunca negó, razón por lo que sus poemas son llenos de intensidad humana y una apuesta distinta en la literatura del mundo.
Del mismo Julio Cortázar salen estas palabras hacia el poeta: Cada diminutivo, cada nombre dicho como quien acuna o tranquiliza, hinca todavía más hondo la irrestañable denuncia de esas innúmeras muertes que tantos de nosotros llevamos como un alabastro, atado al cuello y sin saber volverlas del lado de la luz".
Ese dolor físico o emocional -que no se inventa-, solo los cínicos lo dudan, se traducen en el itinerario de su voz.
El poeta argentino Jorge Boccanera también comenta de Gelman, "su voluntad de transgredir, el zigzagueo experimental, el respeto por la imagen sin desentenderse de lo contingente, su denodado esfuerzo por expresar sus obsesiones y captar su sí mismo, la paradoja como núcleo, su cosmovisión afincada en la lucha de los contrarios, la libertad para incorporar a su modulación elementos ajenos, claves de esta poética."
Vino a Costa Rica para el Festival Internacional en el año 2007, el mismo año en el que ganó el premio Cervantes.
Una muestra poética para compartirles:
(1956/58) Del libro: El juego en que andamos.
EL JUEGO EN QUE ANDAMOS
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa señores
que me juego la muerte.
(1961) Del libro: Velorio del solo
ARTE POÉTICA
Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar la muerte.
(1973) Del libro: Relaciones
PODERES
como una hierba como un niño como un pajarito nace
la poesía en estos tiempos en medio
de los soberbios los tristes los arrepentidos
nace
¿puede nacer al pie de los sentenciados por el poder
al pie de los torturados los fusilados de por acá nace?
¿al pie de traiciones miedos pobreza
la poesía nace
tal vez no haya perdón para los soberbios para los tristes para los
arrepentidos
tal vez no haya perdón para los carniceros zapateros panaderos
tal vez para nadie haya perdón
tal vez todos estén condenados a vivir
como hierba como un niño como un pajarito nace
la poesía la torturan
y nace la sentencian y nace y la fusilan
y nace la calor la cantora
(1980) Del libro Carta Abierta
I
hablarte o dehablarte/dolor mío/
manera de tenerte/destenerte/
pasión que munda su castigo como
hijo que vuela por quietudes/por
arrobamientos/voces/sequedades/
levantamientos de la ser/paredes
donde tu rostro suave de pavor
estalla de furor/adioses/alma
...
X
El sufrimiento/¿es derrota o batalla?/
realidad que aplastás/¿sos compañera?/
¿TU MUCHA PERFECCIÓN TE SALVA DE ALGO?
¿acaso no te duelo/te juaneo/
te gelmaneo/ te cabalgo como
loco de vos/potro tuyo que pasa
desabuenándose al pie de mis muereras?/
¿acaso no te soy para padrearte?/
¿me vas a disculpar que te hije mucho?/
realidad que sufrís como pariendo/
tu sufridero/ canta para mí.
...
(2001) Del libro Valer la Pena
JOSEPH
Cuando un poeta se posa sobre el mundo lo desplaza.
Cuando el pájaro muere ¿qué pasa?
A lo mejor le falló el corazón por instalar su levedad en el suelo.
O tenía la memoria cargada con cada vuelo que voló.
En el café Colón de Malabia y Corrientes
los parroquianos conocen la lentitud del tiempo,
el dolor del cariño, la ficción de ser otra cosa, la mesa
donde Joseph se para y dice que el exilio fue hoy,
que no hay espanto mayor que el del animal recorriendo su cueva,
que pesan hoscamente los que cayeron combatiendo y que
no hay heridas, sino una gran herida que nadie puede cerrar.
¡Habráse visto!
Como si el pájaro no corriera las cortinas del cuarto para que entrase el sol!
¡El sol que nada, la huella infinita de la piedra
en cada pobre de amor!
Tendrías que haberte quedado más aquí,
Joseph o cosmos descuidado,
a la intemperie de la costumbre.
Nos e arrancó el país y yace
lleno de entender todo.
2 comentarios:
¡Hola Luissiana!
Un hombre que no conocía.
Un poeta que tampoco conocí.
Letras llenas de humana sapiencia.
Si, un Poeta comprometido consigo mismo.
Saludos de J.M. Ojeda
Sí, J.M.Ojeda ya para mí es uno de los grandes no con la grandeza que da el hombre de titulaciones o reconocimientos sino como hombre-poeta.
Aprecios
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