Giuseppe Ungaretti es un poeta italiano nacido en Alejandría (1888-1970), fue uno de los iniciadores del Hermetismo. Su poesía es reflexiva y profundiza en la dramática condición del hombre. En sus últimos libros, se esfuerza por recuperar la tradición lírica italiana. Su obra completa se publicó en 1977 con el título de “Vida de un hombre”.
“La evolución artística de Ungaretti sigue un itinerario que va del paisaje a la humanidad, a la revelación religiosa, al impacto del contacto con la poderosa naturaleza, al dolor por la muerte de su hijo y al retorno a Roma en el momento en que estalla la Segunda Guerra Mundial. Estos dos últimos sucesos son el origen de su libro El dolor, publicado en 1947. A través de la desesperación, el poeta descubre la responsabilidad humana y la fragilidad de sus ambiciones. Ungaretti, en medio del pesimismo con que contempla la trágica condición humana, encuentra un mensaje de esperanza para los hombres.
Los últimos veinticinco años de su vida representan un examen crítico del pasado y traslucen una fuerte ansia de renovación.”
Además de poeta, prosista, activista, ensayista, fue un gran traductor: trajo a su delicado italiano a Shakespeare y a Blake del inglés, a Mallarmé y a Racine del francés, a Homero del griego, al difícil Góngora del español, a los escritores brasileros del portugués.
EL PUERTO SEPULTO
Llega el poeta
y después vuelve a la luz con sus cantos
y los dispersa
De esta poesía
me queda
esa nada
de secreto inextinguible
POESÍA
Los días y las noches
tocan
en mis nervios
de arpa
vivo de mi alegría
enferma de universo
y sufro
por no saberla
encender
en mis
palabras.
Sagrado, 28 de noviembre de 1916
Vida de un hombre, 1977. «Poesías dispersas». Traducción de Giovanni Cantieri.
ESTOY ENFERMO
La melancolía
me macera
La poesía
me sangra
el cuerpo desangrado.
Vallone, 20 de abril de 1917
Vida de un hombre, 1977. «Poesías dispersas». Traducción de Giovanni Cantieri.
VIGILIA
Una noche entera
tirado cerca
de un compañero
masacrado
con su boca
desencajada
a la luna llena
con la congestión
de sus manos
penetrando
en mi silencio
he escrito
cartas llenas de amor.
Nunca he estado
tan
aferrado a la vida.
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